Marta Prada, de Pequefelicidad, nos ha preparado un interesante post sobre Montessori y alta demanda. Además al final del post podéis participar en el sorteo de uno de sus libros. ?
Montessori y alta demanda. Quizá para hablar de este tema lo primero sobre lo que tendríamos que reflexionar es sobre si existe realmente la alta demanda. Está claro que cualquier bebé tiene un carácter demandante. Esa demanda forma parte del plan natural de desarrollo: “necesito demandar para comer, para sentir afecto y seguridad para abrirme al mundo”.
Cualquier bebé demanda apego, calor, contacto y es normal, sano y natural que así sea.
Ahora bien, hablamos de una intensidad de demanda que va mucho más allá. Hablamos de un bebé irritable que apenas puede mantenerse despierto sin llorar, hablamos de un bebé que es extremadamente sensible a los cambios o los estímulos, bebés que se muestran insatisfechos habitualmente a pesar de tener contacto constantemente, con muchos despertares y mucha actividad.
¿Esto existe? Claro que existe. Pero quizá no nos tendríamos que quedar ahí. Si no analizar qué es lo que lleva al bebé a ese estado de intensidad elevada y continua.
Después de todos estos años de maternidad, de leer mucho y de formarme e investigar he ido extrayendo mis propias conclusiones sobre la alta demanda:
- La primera y principal es que siempre hay un factor detrás de la alta demanda que la motiva. Circunstancias adversas en el embarazo, partos traumáticos, circunstancias hostiles en el ambiente del bebé, falta de inhibición de los reflejos activos, altas capacidades, alta sensibilidad… En una gran parte de casos que conozco es una combinación de distintos factores.
Cuando mi bebé nació siempre me preguntaba, como madre primeriza, qué es lo que estaba haciendo mal. ¿Necesita más teta? ¿Necesita más brazos? ¿Necesita que yo esté más tranquila? ¿Necesita un ambiente más sereno? Todas estas preguntas, de alguna manera, me llevaron a comenzar a investigar sobre las necesidades de los bebés, su proceso de desarrollo y así fue como llegué a Montessori.
El término “alta demanda” creo que sólo es útil para que tú estés más tranquilo o tranquila, para que dejes de juzgarte como madre o padre y seas consciente de que no es que el bebé tenga hambre, no es que tenga ninguna dolencia física, si no que simplemente se siente más inseguro porque percibe todo de una manera mucho más intensa y necesita mucho más de su figura de apego.
- La segunda conclusión es que no hay que tratar de luchar contra la alta demanda, sino acompañarla y canalizar de una forma útil la intensidad del niño. Luchar contra la alta demanda es agotador. Muchas familias pasan años luchando contra ella y acaban extenuados, frustrados y agotados porque comparan a sus hijos. Cada ser humano es único. Tenemos que aceptar a nuestros hijos como son y amarlos con su intensidad.
Se puede amar esa intensidad, claro que se puede. Si nosotros la aceptamos, ellos también lo harán y será más fácil que vayan aprendiendo poco a poco a canalizarla en beneficio de su desarrollo.
- La tercera conclusión es que a medida que el niño o la niña crece, te vas dando cuenta de que esa intensidad no encaja socialmente en muchos contextos y que es especialmente importante fomentar la autonomía y la autoestima de los niños y que tengan un desarrollo integrado donde mente y cuerpo trabajen al unísono. Desde que comienzan a caminar se abre para ellos un mundo de posibilidades para canalizar esa intensidad. Necesitan nuestra guía, nuestra confianza, nuestro cariño y nuestra comprensión. Con el tiempo vas comprendiendo mejor qué hay detrás de esa intensidad y puedes acompañarla de una forma mucho más consciente.
Montessori, en este sentido, fue mi forma de abrir los ojos hacia la compasión, la humildad y mi propia transformación para acompañar a mi hijo de la forma más empática posible.
Montessori me permitió comprender la importancia tan vital que tenía el ambiente preparado para cualquier niño y de una forma exponenciada para mi hijo. En un niño con alta demanda todo está elevado a una potencia superior: las alegrías, los nervios, la rabia, el entusiasmo, la energía…
El ambiente que rodea al niño es un bálsamo que lo acerca o lo aleja de su centro, de su equilibrio físico y psíquico.
Un niño con alta demanda necesita canalizar energía de una forma mucho más intensa que otro niños: necesita mucha actividad con propósito que le lleve a la repetición y a la concentración, necesita mucha naturaleza y aire puro. Nosotros hemos encontrado en el senderismo una bonita manera de que se sienta libre, explore, escale y conecte con su parte esencial.
Un niño con alta demanda también necesita una presencia más cercana del adulto para conectar al niño con su ambiente. Necesita un adulto que le comprenda sin juzgarle ni etiquetarle, que respete sus tiempos de concentración, que le guíe hacia el aprovechamiento útil de esa energía.
Un niño con alta demanda percibe y canaliza todo de una forma mucho más intensa: los cambios, el ruido, las aglomeraciones, los ambientes estridentes, las pantallas… Se manifiestan rápida e intensamente en la falta de autocontrol y comportamiento del niño. Por eso, es especialmente importante educar desde la consciencia, comprender sus necesidades y su forma de percibir el mundo y amarlo.
Montessori, para cualquier niño, es una ayuda a la vida. Para un niño con alta demanda es la vida misma.
Cómo participar en el sorteo de uno de los dos libros de Marta Prada
- En el siguiente recuadro verás que para participar sólo tienes que seguir a Pequefelicidad en Instagram, aunque puedes tener más participaciones si compartes en redes sociales.
- Puedes participar hasta el jueves 23 de Mayo a las 23:59 (hora de Madrid).
- El ganador se publicará en este mismo recuadro el día 24 de Mayo, y además le contactaré por email.
- El ganador podrá elegir uno de los dos libros.
- Envío sólo a España peninsular.
Suerte!
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